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lapaginadepablo - La columna

¡Oooh, sí!

El otro día me dolía mogollón la espalda, así que mi monitora del gimnasio me dijo que me chascaba la espalda. Pero cuando vio cómo estaba se asustó, ¡de verdad! Aparte de echarme la bronca por haber llegado a ese punto, y de maldecir conmigo a los dos traumatólogos a los que fui y me dijeron que eso no era nada, me dio cita inmediatamente para un masaje. ¡Y cómo mola! Cada vez que te pasa las manos por la espalda te dan ganas de decir "¡oooh, sí!" (de hecho, me dijo que tuvo una vez a un señor que lo hacía, y no veas qué risas).

Masajista

Lo que pasa es que tengo la espalda tan hecha polvo que no me pudo meter mucha caña, así que el lunes vuelvo a la segunda parte.

3 comentarios

Lelo -

Eso es lo triste...

Lelo -

No en serio: ¿tu lees lo que escribes?