¿No querías arroz? Pues toma, ¡tres tazas!
Pues sí. Ayer fui, como tantas otras veces, al Peñuelas, ese "fantástico" comedor universitario. ¿Y qué comí? Pues arroz a la cubana y de postre... ¡arroz con leche! Es que está hecho de tal forma que primero coges el postre y luego ves lo que hay de primero y segundo. Pero vamos, que no me di ni cuenta de que ya había cogido arroz con leche, y además los segundos no me gustaban mucho, así que arroz con arroz.
Ah, lo mejor de todo es que no es la primera vez que me pasa. ¿Seré masoca?
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